Portafolio 1

Encontré estas imágenes en un disco que estaba arrumbado y sin ningún nombre.

Haciendo un poco de memoria recuerdo que fueron de una obra de teatro que se llevo a cabo en uno de los foros de la Facultad de Filosofía de la UNAM , allá por el 2005.

Rondaba por ahí y resulto que me encontré a un amigo que salía en la obra y le pedí chance de tirar unas cuantas fotos con mi Nikon F2 y lo que al parecer era una película de blanco y negro ISO 100 .

Aunque todo fue espontáneo, siempre me han gustado las fotografías del tipo «reportaje detrás de cámaras» por lo que esa fue mi intención al tomar las imágenes en el camerino.

En lo que respecta a la obra, experimente con exposiciones largas y barridos, motivado por la escasa luz que utilizaba el montaje.

Ambos tienen resultados que a mi me gustan bastante , algunos mas logrados que otros.

En lo particular, lafoto titulada «balerin 2» es una de mis favoritas.

No recuerdo que paso con mis negativos, así   que las fotos que aquí se muestran son una «selección» de lo que a mi parecer fue lo mejor de ese momento.

Chéquenlas y espero saber su opinión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ese obsoleto yo

Por aquí nada ha cambiado.

Ha pasado casi dos años desde que escribi algo por este sitio y ni a este sitio ni a mi parece importarnos demasiado.

Decir que es como adentrarse al sótano de una casa abandonada sería una buena manera de definirlo; aunque en este caso este sótano particular lo primero que hace es mostrarme una gráfica de popularidad que muestra un solo pico al inicio de todo esto y después un derrumbe total hacía la nada, sin protección hacía el olvido.

Que irónica es la manera que tienen  las cosas para resumir de cierta forma la vida de quien es su dueño.

Mostrarnos sin ningún filtro, la forma en la que las ideas se adentran más allá de la orilla de nuestro propio océano interior para perderse en el, sin reparo y en gran medida sin culpa.

Que interesante sería poder decir que todo eso es culpa de una enfermedad, de un Mal de Montano (a lo Vila- Matas) creer que de repente perdí  esa capacidad ( muy menor, si , hay que ser justos) de contar historias.

De contar algo, por lo más mínimo.

Que todo fue culpa de la  síntesis de un éxito redondo (mi éxito) que me exigió los mas profundos sacrificios personales  a cambio de generosos dividendos colectivos.

Pero nada.

Solo el silencio que da el caos mental. El ruido blanco de un sinfín de ideas que hablan y seducen al mismo tiempo.

Que se anulan entre sí hasta el exterminio.

Las imágenes de los múltiples colores. La secuencia fotográfica de una decena de años o el retrato de  anuario que se repite año con año, siempre consecuente , siempre prejuicioso  en el cual todos escriben que  desean lo mejor aunque pasaron todos esos años sin saber siquiera que existía.

Esa es la verdad que flota en el aire de este espacio.

Aire denso, quizá demasiado.

Pero siempre mostrando eso que mas que una linea de vida se asemeja mas a un loop,  a una repetición incesante que durante las noches parece decir en tu oído un  «Nada Cambia» que se siente aun mas profundo en los huesos  al darte cuenta de lo difícil que se vuelve ese andar sin rumbo al que desde siempre quisiste haberte acostumbrado.

Como ese dolor de cuello que ataca periódicamente.

Que tal parece que se ha convertido en un viejo amigo.

Si eso esta mal o no tanto, la verdad es que ya poco nos queda para juzgarlo.

Otra vez estoy dentro de este lugar dándome cuenta de que ni siquiera se por cuanto tiempo sera.

Pero lo que dure, que venga como tenga que venir. Si hemos de desaparecer mas adelante crucemos los dedos para que sea por una causa y nada mas.

Mientras hay que seguir cargando con ese obsoleto yo que cada día parece quedarse sin refacciones.

Hasta que le hallemos un lugar.

 

Cesárea

Ese que esta ahí soy yo.

Como toda esta gente estoy esperando que pase el metro, el cual no ha pasado desde hace ya 15 minutos.

La razón de esto no la se.

Creo que ninguno de los que me acompañan la sabe.

Lo único de lo que tenemos certeza es que cada vez somos mas los que estamos esperando.

Entre mas gente se acumule mayor será el calor que habrá que soportar. Entre mayor sea el calor mas complicada será la espera.

 Sin embargo una ecuación tan simple como esa no parece importarle a los que controlan el flujo de este medio de transporte.

O quizá si les importe  y todo esto de verdad sucede por un acto de fuerza mayor, por algo que esta fuera de sus manos y a lo que tan solo pueden responder con una resignación profunda y una mirada agónica.

Si, eso podría ser.

Si no fuera por que es un acto que se repite constantemente y uno no tuviera el referente de que «en otros países» el metro es mas eficiente, uno se vería forzado a creerles a todos esos hombres de traje que en su oficina aclimatada aguardan sin ofrecer ninguna explicación.

 Sabemos que  las comparaciones son malas, pero de alguna manera son necesarias.En muchas ocasiones son el bálsamo perfecto para evitar sentirnos completamente responsables de algo que sucede a nuestro alrededor.

En este caso, comparar este servicio con el de un país primer mundista será para muchos un tema de conversación viable en el momento en que logren llegar a su destino.

Ni siquiera tendrán que justificar el hecho de que ellos mismos han viajado a un país primer mundista porque en muchas ocasiones eso no es necesario.

Uno intuye que así debe ser.

Porque de otra manera no podrían ser países del primer mundo. Ni podrían ser mejores países que este.

Es una cuestión de lógica elemental.

 Algo gracioso es que  si se  valorara nuestra prisa por llegar con relación a la importancia de lo que vamos a hacer llegando a nuestro destino, el resultado podría incluso parecer justo.

 Quizá no deberíamos tener tanta prisa.

 Sin embargo por el bien de la humanidad esta valoración nunca se hará, porque eso sería meterse con el «aparente» derecho universal de que cada uno puede hacer con su tiempo y su vida lo que quiera y eso es imperdonable.

Inclusive en los países del tercer mundo (¿todavía existe esta expresión?) o del nivel de mundo al que pertenezcan.

 Si se quiere llegar a casa a ver series extranjeras, deportes o películas por cable es tan valido como cualquier otra acción.

Pues de que otra manera podríamos saber como viven en las grandes ciudades.

 A diferencia de otras personas yo se que no tengo prisa.Esta vez nadie me espera y mi rutina de regresar a casa después del trabajo consta de elementos muy sueltos e intercambiables.

Sin embargo el paso del tiempo sigue y el aburrimiento general me comienza a embargar.

Por eso comienzo un juego que consiste en tratar de formular preguntas tan generales como:

 ¿Cuantos de los que están aquí llevan mas de un año sin novia o novio?  

 ¿Cuantos estarán escuchando la misma música en este momento?

Entre otras del trivialidades del estilo.

 Al final no importan las respuestas.

Lo interesante es intuirlas en este espacio.

 Pues mas allá de nuestras individualidades todos estamos aquí por algo en lo que al parecer no podemos interceder.

 El metro llega después de 22 minutos y la gente que esta arremolinada alrededor de las puertas comienza a forzarlas para que se habrán, pues una vez mas, algo o alguien decidió no abrir.

¿Cuantos habremos nacido por cesárea?

Sería una pregunta indicada mientras todos parecemos abrirnos paso al interior de esta «vida» que simula el vagón del metro. Todo parece resumirse a que al final con un esfuerzo extra, lo importante es ya estar aquí.

Aunque haya que esperar mucho mas tiempo para saber a donde se quiere ir y porque se quiere llegar.

 

Ñ

«So now youd better stop and rebuild all your ruins,
For peace and trust can win the day
Despite of all your losing.»

Led Zepellin -«Immigrant Song»

Inspirado en «La Boyna Inmigrante»

 Un día busque trabajo sin saber hacer nada.

Mis experiencias laborales se resumían a ejercicios elementales; limpiar  un gimnasio y cargar manguera industrial que no eran precisamente  actividades de carácter intelectual.

Con una carrera semi trunca y estas experiencias laborales que no llenaban  mas de media cuartilla de currículo, salí a la calle a tratar de encontrar  algo…así fue como termine en un call center.

La verdad para entrar ahí no había muchos requisitos que cumplir.

Saber leer y escribir con cierta congruencia, poder usar una calculadora,   hacer una suma y hablar un ingles medianamente entendible eran parte de el  perfil que la compañía buscaba para emplearte y casualmente yo cumplía con  ese perfil.

Además logre pasar los exámenes psicometricos que determinaron que no  estaba tan dañado de la cabeza, por lo que en menos de una semana ya  estaba sentado tomando mi primer día de capacitación y un par de días  después mi cara sería emplastada en un gafete con mi nombre y mi r.f.c.

Nunca estuve satisfecho con ese trabajo.

Como muchos otros entre a él con la necesidad a cuestas y prometiéndome  que haría todo lo posible por dejarlo y colgar el maldito gafete  en un maximo de 6 meses…

Pero bien dicen que hay que tener cuidado con lo que deseas…sobretodo  cuando eso que deseas no va a ocurrir hasta pasados 2 años.

Al cabo de un mes de mi entrenamiento, ya estaba en piso tomando llamadas.

Cuando tomaba el curso, se nos hablo de tantas cosas que teníamos que  hacer, que casi todos nos creímos que teníamos una responsabilidad enorme  y que nuestro trabajo comprendía tantas áreas que sería lento  adaptarse…nada mas lejos de la realidad.

Como en cualquier otro call center, lo que hacíamos fue una sola acción  tediosa y repetitiva…

Algún inmigrante (si era ilegal mucho mejor para la empresa) llamaba para  mandar dinero, tu registrabas los datos, la cantidad y el envió estaba  hecho.

Fin.

Esa acción se repetía un poco mas de 50 veces en un día.
Por eso la única forma de sobrellevar el tedio fue la de hacer un lado  cualquier prejuicio y comenzar a charlar con la gente a que permanecía  alrededor.

Así fue como conocí a todos esos ex inmigrantes que por alguna razón (en  su mayoría de tipo legal) habían tenido que regresar a su país de origen  de no muy buen agrado.

Conscientes de que sus oportunidades laborales no eran tan amplias y que  cualquier cosa similar que realizaran aquí con respecto a lo que hacían  allá, jamás sería igual de remunerada, tomaban la opción de la atención al  cliente amparándose en el hecho de que podían hablar ingles… o lo mas  parecido a este idioma.

En poco tiempo ese call center se convirtió en un trabajo para inmigrantes  hecho por ex inmigrantes…lo cual, por romántico que suene, estaba muy  alejado de cualquier sentimiento de empatía cordial.

Quizá por la envidia que da la añoranza o por la rabia que da el no poder cambiar el curso de la vida, cualquiera que fueran las razones, la cordialidad con el otro, era en muchos casos una mera cuestión de retórica de parte de los jefes y los  trabajadores.

Pero, la semilla de todo aquello que habían sentido como suyo y que habían incorporado a sus vidas para tratar de pertenecer y mimetizarse con el entorno que les había tocado vivir, ya estaba mas que germinada en sus expresiones, en sus ritos, en sus  palabras, en su vestimenta, en sus gustos.

Como si fuera una constante y dejando a un lado sus historias tan  particulares y diferentes, estos rasgos fusionados con su raza y primer  aprendizaje daban un elemento de distinción que era como un toque de  extrañeza en su entono.

A veces parecía que inclusive peleaban con el, en una eterna relación de  amor y odio.

Eso llamo mucho mi atención.

Quizá porque cuando salí de Torreón, me creí inmigrante deambulando en mi propia tierra y de alguna manera lo fui y lo sigo siendo.

En muchas ocasiones me sentí (me siento) tan extraño a lo que me rodeaba, tan ajeno a lo que se hablaba a mi alrededor y a lo que ha podido llegar a inspirarme, que dejo de pertenecer por unos instantes a todo.

Dejo de ser aquí y allá.

Sin embargo, después, de viajar a otros países por un minúsculo momento, ahora comprendo que mi sentido de inmigración estaba muy lejos de sentir esa falta de tierra conocida bajo los pies y el poco cariño que tu persona puede inspirar en el que esta de local en su tierra.

Muy lejos.
 
Aunque igual algún día lo sentiré, porque es menester nunca detenerse ni echar raíces,  no será igual.

Mi edad será otra y otras serán mis ambiciones.

Por esta razón y aunque parezca lo contrario, la verdad es que no juzgo el camino que siguieron estas personas (aunque admito que en muchos casos si me causaron risa, pero no en un sentido agresivo)

Muchos creyeron (y en algunos casos aun creen) que fueron a ganar algo poniendo muchas cosas en juego; la manera de vestir, la manera de hablar y los gustos mas elementales poco tienen que ofrecer cuando no se tiene nada que comer en ese juego.

La ambición muchas veces salva la vida…aunque quizá después la ahogue.

Pero aun cuando muchas de esas cosas se han diluido en sus vidas, 
bastaría con leer lo que escriben para darse cuenta de que el idioma que  a cada uno nos toco,  es y será siempre muy obstinado y que en raras ocasiones se dejara seducir para cambiar sus raíces.

No se olvida que AÑORAR se escribe con Ñ y que cada vez que se piensa en como sustituirla (porque el anglo teclado no la tiene),se vuelve por estas tierras aunque sea por un momento nada mas.

 

daido-moriyama tights

        – Una palabra mas que tambien se escribe con Ñ-

                             Foto:Daido Moriyama

Rapida reflexión de una fatwa ajena

Acepto que nos hizo falta una pelea de escuela publica.

 Sentir que mitigábamos nuestras carencias con la ligera satisfacción del griterío de los demás compañeros que atestiguan todo con una buena dosis de morbo.

 Una cicatriz. La camisa blanca con manchas de sangre y tierra.

Un diente partido a la mitad.

 En pocas palabras, una marca de distinción que te sigue desde la infancia y que te recuerda el sabor del triunfo o el de la derrota.

 Pero por varias razones no las vivimos.

 Una de ellas fue porque la primaria a la que asistimos no era publica.

 También porque en algunos puntos las diferencias socioeconómicas de la mayoría de nuestros compañeros y las nuestras eran bastante grandes, así que las carencias y lo que se quería demostrar jamás estaría equilibrado.

 No había razones para pelearse entre si, porque no perseguíamos lo mismo.

Y los que llegábamos a perseguir lo mismo, al parecer decidimos compartirlo.

 Eso con el tiempo nos convirtío en pacifistas funcionales y por costumbre.

 El tipo de persona que al valorar sus opciones concluye que hay pocas cosas por las que vale la pena pelear usando los golpes y que trata de evitar esas cosas, como se trata de evitar la fatiga cuando es innecesaria.

 Todo esto lo digo en plural  por que, así como yo, mis amigos mas cercanos crecieron en similares condiciones (a excepción de uno de ellos que estudio artes marciales y es una hipotética maquina de matar) por lo cual, puedo asegurar sin temor a equivocarme que reaccionaremos de manera muy similar ante un altercado de este tipo.

 Hasta este momento ninguno ha peleado por quedarse con una mujer (porque nuestro verdadero reto es que ella se quede con nosotros sin ningún conflicto) o por simple deporte físico en un bar.

 No se si vaya a ocurrir algún día.

 Como dice Palahniuk en «Fight Club» la gente casi siempre tratara de evitar una pelea. Y nosotros, sin ningún falso orgullo, pertenecemos a ese grupo de gente.

 Para agredir de forma mas dolorosa están las palabras en su forma de burla e ironía.

 Sin embargo en algunos casos, ya mucho mas grandes, algunos de nosotros nos hemos visto inmersos en ese tipo de conflictos.

Batallas cámpales  que involucran a mas de dos, en donde la pelea nisiquiera la inicias tu, pero en las que te ves envuelto por las mas diversas razones.

  Esas no dejan de ser excepciones.

 Ocurrieron y seguirán ocurriendo (porque es parte de la sobre vivencia de las especies) y ya esta.

 Pero la razón de que me refiera a estos hechos no tiene que ver tan solo con dejar en claro nuestra falta de experiencia en altercados, si no con lo que estos pueden llegar a representar actualmente en nuestras vidas.  

 Lo cual nos lleva a hablar directamente de mi amigo Fer.

 Pues a Fer le llamaron por teléfono para decirle que le iba a cargar la chingada, que se anduviera acompañado, que sabían por donde se movía y una sarta mas de tonterías.

 El que se tomo la molestia de llamarle, resulto ser un compadre (creo que el único compadre que tendrá en la vida) con el que nunca había tenido algún problema grave ni modesto.

  Aquí se terminan las respuestas fáciles a las preguntas comunes.

 Porque determinar el motivo ha sido mas complicado.

 Aunque viendo los hechos una y otra vez parece que la solución mas hiperealista es quizá la mas acertada.

 Esto es que , parece ser que  Fer, no tiene una buena relación con los astros y mucho menoscon el azar.

Cosa trágica.

 Al menos para el  que lo amenazo, pues es un hombre que cree en los astros y en la cartomancia lo suficiente como para tomarlas como un referente importante a la hora de querer tomar decisiones.  Estos medios le informaron que su compadre Fer le estaba haciendo dañode muchas maneras.

¿Cuales eran estas maneras?, eso no es lo importante, si las cartas dicenque alguien te esta jodiendo, es algo irrebatible y eso en un mundo dehombres en constante búsqueda de revalorización de su hombría tipo alfasolo tiene una solución y esa es la violencia.

 Punto. No se diga mas.

Por esa razón ahora Fer (un pacifista de cepa que a 20 años de conocerlo jamás he visto golpear a nadie ) tiene que cargar con el tedio de saber que alguien puede seguirlo y atracarlo, inclusive en los momentos mas inesperados…como amarrando su primera cita en varios meses.

 Algo que sería imperdonable.

Aun así, el verdadero problema no son los golpes y mucho menos al miedo a recibirlos.

 Si no el cierto temor  que puede llegar con la reflexión de que, por extraño que parezca, uno puede llegar a ser astrológicamente nocivo para otras personas y no saberlo.

 Y eso es grave.

  Mira que uno se anda siempre cuidando de no molestar a extraños y de no buscarse problemas karmicos con trivialidades como desear el mal y resulta que a los astros simplemente no les caes bien.

 Coño.

 Y si a eso le sumas a esos locos obsesivos que parecen tener por influencia la combinación de películas ochenteras de steven segal y otros personajes de acción siniestros con los peores teledramas del canal de las estrellas.

 Ahí  tienes un verdadero cóctel explosivo dispuesto a explotarte en la cara.

 Maldita sea, creo que mas de uno deberíamos de andar con cautela.

 No vaya a ser que seamos la mancha negra en el tarot.

 the fool

– Ese eres tu Raul…pero ¿sabes quien es ese perrito que esta dispuesto a tirarte del barranco? , es tu peor enemigo y se llama Fer –

Fokker 100

Estoy sentado en un avión que lleva este nombre y la verdad caigo encuenta que no se bajo que concepto se nombra un avión de una forma o de otra.

Supongo que la respuesta es más sencilla de lo que aparenta.

Quizá solo un juego de palabras de la compañía o de alguno de suscomponentes o quizá el apellido de la persona que lo diseño.Pero no deja de ser un nombre singular.

 Así entonces en el asiento 6B, en un avión cuyo nombre es gracioso aparcado en el aeropuerto de Torreón, espero que todo inicie con las manos sudorosas y los ruidos típicos que hace mi estomago cuandoquiere avisarme que estoy nervioso.

 Porque realmente lo estoy.

 La razón es que pertenezco a ese tipo de personas para las que viajar en avión es todavía algo muy poco común.

 En esta época de la informática en donde el tiempo es oro puro, yo he seguido realizando mis viajes por camión, tragándome entre 13 y 14 horas en cada uno de ellos.

 Desde chico fue así.

En mi infancia solo viaje en avión una sola vez. Y era demasiado pequeño como para recordarlo.

De adulto mis viajes por aire se pueden contar con los dedos de las manos.

Ahora que lo pienso eso suena bastante jodido… y lo es.

Pero no hay de otra.

Malditos sean los costos.

Sin embargo admito que no siempre fue tan molesto el andar por tierra.

De niño me agradaba y de hecho me siguió agradando hasta mi adolescencia.

 El primer viaje que realice solo fue a las 13 años.

Siempre sentado en los asientos del frente (para sentirme menos asfixiado) me llamaba la atención ver el camino de noche con los audífonos puestos, eligiendo las rolas que tenían que sonar para ese momento, viviendo mi propia road movie de aventuras imaginarias, en donde la idea de libertad era el único objetivo.

Sobretodo cuando todo quedaba en silencio y a oscuras.

Un día en uno de esos viajes el conductor volteo a verme, checo su lista y me llamo por mi nombre.

Por razones de aburrimiento comenzamos a platicar.

De aquello solo recuerdo 3 cosas.

Primero que me pregunto si ya había hecho «mi primera comunión» y yo, sin entender que hablábamos de sexo dije que si, lo cual hizo que se riera bastante, porque  evidentemente no me creyó.

 Segundo, que me contó de todas las mujeres con las que se acostaba en cada destino, las cuales afirmaba que «lo esperaban deseosas»

 Tercero, que intento venderme unos calendarios a «buen precio» para que yo los revendiera y sacara una ganancia.

 Esa fue la única vez que charle con un conductor.

Por lo general casi todas las veces que he viajado han sido en completo desentendimiento de la gente que me rodea.

 Y jamás me ha tocado que una mujer atractiva se siente a mi lado.

 Pero con el paso del tiempo la muy leve emoción de viajar en camión se ha agotado drásticamente.

 Esa posibilidad meditativa del camino se a convertido en un desagradableinsomnio y en una constante incomodidad en las rodillas y la riñonera.

En ser incapaz de encontrar tu sitio en el espacio que le corresponde a tu trasero.

En un contar de horas que parecen nunca llegar a su destino.

 Cualquiera diría que es una exageración pero aseguro que no lo es.

Para mi se a convertido en un suplicio y el cambio de medio de transporte es una necesidad.

Las cosas cambian… uno cambia con las cosas.

El problema es que lo de la jodidez económica no ha cambiado. (pronunciese un «ja ja» a la manera de Nelson)

 Entonces la única solución posible fue la de viajar de ida en camión y tratar (con todas mis fuerzas) de regresar en avión apelando a que volver a la cotidianidad siempre es triste (y que nada se compara a llegar a tu destino en 1hr 40 min).

 Por eso estoy en el Fokker 100 con las ansias atacandome el cogote mientras arranca.

¿Y si se cayera el avión?, ¿y si se despedazara en el aire?,¿realmente el oxigeno de las mascaras te pondrá los suficientemente high como para aceptar la muerte con resignación y placidez?

Coño, demasiadas preguntas en tan poco tiempo.

Supongo que ese es el precio de la comodidad.

lucreciapd. Añado esta imagen a complacencia de Lucrecíaenelcampo quien sabiamente dijo que a este blog le hacía falta «color»… (la imagen fue tomada por ella)

Cómplices

«I’m nobody! Who are you?
Are you nobody, too?
Then there’s a pair of us — don’t tell!
They’d advertise — you know!»

E. Dickinson

El estaba frente a ella en la mesa que estaba pegada a la orilla.

Se tardaron en decidir que pedir pero fueron por terreno conocido.

Ella pidió pasta porque le gusta la pasta.

El pidió fetuccini con pollo, porque de alguna manera lo había probado antes y le pareció que era la mejor opción.

En cuestión de bebidas el hubiera preferido vino, por esa idea romántica de que el vino es lo mejor para esas ocasiones, pero desistió al ver que ella pedía una limonada mineral sin hielo; así que opto por agua de melón.

Ambos se miraron de nuevo y comenzaron a charlar.

Es cierto, flotaron en su dialogo algunas trivialidades, pero también estuvieron presentes las sensaciones.

Unas mudas, otras tantas sonoras y algunas mas escondidas de la luz, lo cual no significa que no estén ahí, que no observen de reojo la escena, en muchas ocasiones, mordiéndose el labio para  no participar.

Llegaron las bebidas y el la invito a ella a viajar hacia un destino que podría ser cualquiera, pues solo le importaba el ir juntos.

Ella sonrío ligeramente nerviosa pero declino.

Sus razones fueron varias, pero el pudo sentir (sin saber como) que al menos por un instante ella pensó en hacerlo.

Que dentro de ella considero por un segundo decir ¿“y por que no”?.

Entonces el encontró un resquicio y le tomo la mano.

Ahí estaba el calor del contacto mas primigenio entre dos seres vivos y el corazón le palpito con mayor fuerza.

Ella se mantuvo por un instante y luego zafo pero ya la bendita sangre había comenzado su curso.

Así, palabras mas, palabras menos se sirvieron los platillos.

 El devoro el fetuccini sin dejar de mirarla, imaginando que ponía su boca sobre el cuello de su compañera.

Sin saberlo ella sonrió en el momento indicado, tal como si hubiera sentido su aliento rozar los nervios de su nuca.

Por eso el lo intento de nuevo.

Otra vez una invitación, ahora mas cercana, con el único objetivo de estar juntos, como si hubiera que recorrer poco a poco cada palmo de terreno entre ambos.

Ella procedió a poner sobre la mesa las limitantes ya conocidas y sin embargo dijo «quizá» que en el espacio en donde se alojan los dos, esta mas cerca de lo positivo.

Al finalizar su comida, hicieron sobremesa.

Ahora tenían las manos juntas, las miradas juntas y quietas, lo suficiente para sentir que se hacían una caricia moviéndose muy lentamente.

De igual manera juguetearon lanzándose pequeñas bolitas de papel.

Ella no lo supo, pero en ese instante el pensó en unas 20 maneras diferentes de besarla.

Y siempre ha estado seguro que en mas de una ocasión ella sintió su corazón acelerado a través del tacto.

Así estuvieron hasta que el arbitro del tiempo les marco el final de su momento.

En donde el deja de estar frente a ella y están lado a lado.

Tan solo por unas cuantas cuadras, caminando juntos sin estar cerca, sintiendo la mirada de la gente que los ignora hasta que llegaron al irremediable punto de la despedida.

Entonces el la atrae a su cuerpo, y ella se deja abrazar con precaución.

Hasta que el la suelta forzado y ambos se dan la vuelta sin saber,  que acaban de convertirse en cómplices.

Porque ahora pensaran en ellos por lo menos en algún instante de las horas  y de los días.

Hasta volverse a ver.

Hasta volver a estar uno a uno, juntos, en su espacio particular.

Días de ser

«…Crece en mí una sensación de vaciedad; se infiltra en mi cuerpo como un fluido ligero e impalpable.» 

E.M.Cioran

Otra vez uno más de esos días de ser salvaje. Amanecer en un lugar desconocido, mirando el techo blanco que sirve muy poco cuando uno pregunta ¿porque? y la luz fría de las mañana que se aprecia bañando el cuerpo-bulto que soy…

Otra vez esas mañanas que lucen tan grises, el escenario perfecto de la penitencia. La cabeza quebrada dentro de un laberinto de memorias partidas en mitades y hoyos negros de fantasías.

Otra vez la nausea al menor pretexto, el bufar del animal y su saliva amarga, los huesos que crujen mientras se busca el camino, el regreso a la buhardilla en donde se fustigan los pecados…esas reflexiones sobre lo propio y lo ajeno con el aliento de un agave tan profundo.

Otra vez el estomago sin orden, las llagas que arden, las ideas mas rebuscadas como alimento, el agotamiento del espíritu deslavado en las gotas de sudor que surca las mejillas.

Otra vez la sed… otra vez las justificaciones.

Pensar que al menos en esa noche se creía uno enamorado. sin saber de quien…sin saber porque…sin saber desde cuando.

Otra vez uno de esos días que uno se permite ser salvaje…la verdad por primera vez me siento avergonzado.

Escalera

Hoy me costo un particular esfuerzo subir una escalera. Eso es ironía pura, si tomamos en cuenta que vivo en un segundo piso y que en el trabajo también es necesario subir dos plantas para llegar a la oficina…pero es verdad.

 Una vez mas(porque a pasado antes) al estar parado frente a los escalones supe de antemano que no seria sencillo.

 Admito que trate de recordar las «Instrucciones para subir una escalera» de Cortazar sobretodo el pasaje que dice

«Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente»  con eso en mente, postrando mi mano derecha sobre el barandal de madera barnizada comencé mi martirio.

 Los primeros 5 fueron fáciles, el problema se dio en los subsecuentes 20. Cada paso que daba hacía adelante parecía que iba a ser el ultimo que pudiera dar y acabe casi por completo recargado sobre el barandal, arrastrando mi cuerpo en cada orilla.

 Logre llegar en esa primera ocasión a mi destino pero estaba cansado y lo que mas me agotaba era saber que a lo largo del día la acción se repetiría bastante, y no solo para subir, si no también para bajar, acción que aunque se dice ser mas sencilla para mi representaba un desgaste considerable.

 Se que la respuesta mas sencilla para este problema con las escaleras  podría llegar con las clásicas frases «Es que estas gordo» o «Eso te pasa por no hacer ejercicio, huevon» entre otras, las cuales son muy validas, pero creo que esta vez no son las mas acertadas.

 No se exactamente porque hoy fue tan difícil, quizá porque en todo el día no pude saber  a si quería subir o si quería bajar.

Pregunta Peligrosa

 «Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, no despertéis, no desveléis al amor, hasta que le plazca»

Cantar de los Cantares # 8

 

El va caminando por la calle y piensa que hace un calor como pocas veces y que tendrá que bajar de peso.

Sobre su primer pensamiento destaca que no comprende porque, aunque esta nublado, se siente tanto bochorno.

 Y sobre el segundo, el agotamiento que siente al subir escaleras.

Sobretodo el agotamiento de su confianza.

Esa maldita cosa que en momentos parece dura como la corteza de un fósil y en otros ni siquiera es cristal.

3 días mas tarde mientras recorra la misma calle estará pensando en otra cosa.

 Que debío decir algo mas.

Que hubiera hecho algo mas

Porque no vale la pena guardarse nada para uno mismo.

Menos cuando uno ya lo sabe.

De poco sirven las mentiras cuando uno sabe las verdades.

«Yeah, youre not rid of me
Yeah, youre not rid of me
Ill make you lick my injuries
Im gonna twist your head off, see»

Un día antes decidira tomar otro camino.

Tratara  de cambiar el rumbo y que a su vez el rumbo le sorprenda.

Eligira la rola que quiere escuchar para fondear el entorno.

Quiza para cambiarlo un poco o solo para darle otro ritmo.

Pero al andar lo primero que hará  será  evadir ese  pensamiento.  

Porque sabe que no tendrá ninguna respuesta clara.

Ya que nada esta claro para los que ven a través de la bruma.

Ni para los que buscan figuras concretas en el rompecabezas de las sombras.

«Bad luck wind been blowin on my back
I was born to bring trouble wherever Im at
Got the number 13 tattooed on my neck
When the  ink starts to itch
Then the black will turn to red»

Los 3 días tendrán sus diferencias.

El primer día habra unas cuantas sonrisas fortuitas. Una mujer morena de pelo chino. Un perro muerto que no logro llegar al otro lado de la acera.

El tercero estará frente a la excitante dueña del caos.  Editara un video que según le cuentan, aparece en televisión. Comera una sabana de pollo con frijoles y verduras.

El segundo se ira de noche. Pero intentara hacer el amor .

Y aun con todas estas distinciones, las similitudes estaran tambien ahi, aferradas a las horas y a sus temporadas.

Los 3 días se sentira terriblemente aislado. Sentira que muchas cosas pierden su sentido original.Que ya no parece ser divertido.

Y mientras trata de compartir su soledad uno a uno con la soledad de ellas, se dara cuenta de que nunca supo como.

De que sabe tan poco de ese valor agregado del cortejo.

De que la mejor respuesta puede ser el silencio cuando se trata de llevar a cabo las valoraciones del amor propio.

Y del ajeno.

Al  final de esos dias habrá un resultado.

Tan solo uno, que a su vez parece  tres resultados.

Porque cada linea es un camino que siempre lleva al mismo punto.

Una posibilidad en el juego de azar de la paciencia.

Como todos esos rios  que desembocan siempre al mismo mar.

«Imagina que esto nos pertenece,
que por una fracción de tiempo
cada palabra,
cada idea,
no son buenas ni malas,
que tu voz no dice lo que quieres,
si no solamente lo que quieres sentir
sin importar si ha pasado antes,
si sabes lo que significa,
sin distraerse con la lluvia o al calor
o con el aire adusto y tibio de esta extraña temporada

Piensa que estos son tiempos aciagos
que todos parecen refugiarse en el miedo
y cubrir sus bocas con un pedazo de algodon
mientras tu puedes permanecer aqui
en este cuarto envuelto de sonidos
de armonias,
de gritos dulces,
de codas que parecen no ir a ningun sitio conocido
piensa que aun puedes sorprenderte,
toma asiento
veamonos de frente,
leamos las lineas curvas de nuestra palma de la mano,
hablemos el idioma fortuito de los que viven enamorados
por 5 minutos
deja tus pies sepan,
que mas alla de la textura de esta alfombra
hay mas de un camino
en donde se desfiguran las emociones
igual de suaves y mullidos
de duros e intrigantes.

Atrevete a besar victima de la ceguera momentanea,
degustando  el aliento del otro
como un acto de imprudencia fortuita,
aqui, acostados uno sobre otro
podemos espiar sin levantarnos,
las paredes cercadas de cristales
y tratar de no importunar
mientras seguimos arrullados por el pulso de estos dos corazones,
del rumiar de los intelectos que aguardan su oportunidad de brillar.

Y sin dejar de imaginar
vive la excitación a cada palmo de tu piel
aprieta los dientes
atrapa tu lengua
mientras las espinas de las uñas estimulan tus nervios
transforma en un deseo irracional todas esas pesadillas
cuando el orgasmo esta tan cerca
no vale la pena detenerse
la verdad no vale la pena despertar…»

 El cuarto día tendrá resaca.

Como todos esos dias en que el alcohól es parte de su torrente sanguíneo.

Volvera a leer esas líneas y se dara cuenta de que estan incompletas.

Que son reescríbibles.

Como el destino que es parte de una historia del pasado escrita en el presente.

Se vera en un espejo.

Tendra dolor de cabeza .

Y con la mano puesta sobre su frente dirá

«Realmente era una pregunta peligrosa»